sábado, 16 de septiembre de 2023

 Ruta al lago Ausente


El lago Ausente, un lago glacial rodeado de misterio en las montañas de León.
A 1.750 metros de altura en uno de los extremos del Parque Regional de la  Montaña de Riaño y Mampodre, León, está situado el lago Ausente. Un lago de origen glacial de unos 15 metros de profundidad cuya agua, según como este el día, se puede ver turquesa o azulada.



A pesar de su altura y de su ubicación y escondido junto a la peña Requejines, el acceso al lago bastante sencillo de apenas 3 kilómetros a través de un camino ancho y cómodo con un desnivel de unos 150 metros.




Para empezar el camino al lago Ausente (se puede hacer desde varios sitios), nos dirigimos a Puebla de Lillo al aparcamiento de Cebolledo, en la estación dé esquí de San Isidro. Es desde aquí donde empieza y termina esta sencilla ruta por la montaña leonesa. Los tres kilómetros solo de ida cómodamente llevan una hora. es una ruta apata para ir acompañado de los peques y con los files compañeros caninos.
El camino  rodea  el macizo de Requejines, dando a los caminantes unas vistas que dejan huella en el retina y en el alma. Durante los primeros dos kilómetros notamos un pequeño desnivel que nos obliga a subir en primer lugar para después, volver a bajar. El esfuerzo es mínimo.

Situación del lago Ausente


Tras el primer tramo, que ocupa las dos primeras partes del camino, se llega a una bifurcación donde debemos seguir por la derecha. Es aquí cuando el camino  nos requiere un poco más de esfuerzo para subir la única pendiente de consideración de la ruta. Un esfuerzo recompensado cuando se llega al lago Ausente.
El lugar donde se asienta regala impresionantes vistas del valle de Isoba y de San Isidro, Un lugar salvaje y tranquilo donde reina el silencio.
Al ser espacio protegido está prohibido el baño así como echar cualquier cosa que pueda que pueda alterar el orden natural del lago.

Según cuenta la leyenda, una labradora, que dirigía su yunta y carro, al abrevar a sus animales se hundió en el lago: para intentar salvarse estiró la mano y rasco la tierra, dando origen a la fuente con cinco manantiales que brota al otro lado de la tierra.


La leyenda del lado Ausente es algo negra. Recordar que estas leyendas se contaban amedrentar a los jóvenes y que no fueran a los lagos, pues al no saber nadar corrían el riesgo de ahogarse bajo sus aguas, de ahí que todos los lagos tengan algún misterio.





























martes, 5 de septiembre de 2023

La Cuevona de Cuevas en Ribadesella

 La Cuevona de Cuevas en Ribadesella



La Cuevona de Cueves es una espectacular cavidad natural cuya particularidad es la de servir como única vía de salida y entrada  de esta pequeña aldea situada entre el río y la montaña. Como si de un túnel se tratara, la carretera se adentra por la montaña, acompañando en su recorrido un pequeño río, dejando al los visitantes atónitos frente a lo espectacular de la  formaciones que se van viendo.




El río de Cuevas es el principal protagonista que con el rodar de sus aguas constante ha ido erosionando materiales calcáreos, dando el resultado la formación de la caverna, durante miles de años, y las diferentes formas que se pueden ver en la caliza: estalactitas, estalagmitas, columnas, coladas...Todo ello forma un ecosistema poco conocido y de mucha fragilidad.




Se han hecho dos aparcamientos, antes de la cueva, donde los visitantes pueden dejar los coches y entrar en la cueva y al pueblo a pie.




Habitualmente  llamamos túnel a un paso bajo tierra o roca abierto de forma artificial. Cuando el túnel esta en la misma carretera, lo normal es encontrar una cavidad perfectamente preparada, de forma cilíndrica, por la que se hace correr el aire a una velocidad conveniente gracias a otros artilugios.




Esta realidad tan común en las carreteras, tiene su contrapunto en un túnel fuera de lo normal y muy poco artificial que tenemos que atravesar con nuestros coches si queremos llegar al pueblo sin caminar.




La Cuevona de Cuevas del Agua (no se puede confundir con la cueva de Ardines, referente rupestre muy cerca de Tito Bustillo), es uno de los pocos ejemplos del mundo de cavidades por la que serpentea una carretera.




La grandeza de sus bóvedas, iluminadas para dar más satisfacción de conductor, acompañantes o los visitantes que van pie, y los aproximadamente cerca de trecientos metros de recorrido dan una sensación desconocida.



 

Es fácil  deducir que esta gran caverna ha sido desde siempre el único  acceso a la aldea de Cuevas del Agua.  Un paso que antes discurría por una vía habilitada por los vecinos, y que los moderno y la urgencia de las comunicaciones, convirtió el último tramo de una carretera local que termina poco después de atravesar la cueva.




Conserva unas excelentes formaciones calcáreas, y es un campo de experimentación  para los más chicos, que si los acompañan los profesores, pueden hacer el primer reconocimiento de un medio a menudo poco accesible.




Es fácil así identificar las diferentes partes de la cueva, aquellas donde se desarrolla la vida, sea  en el límite con la luz, en la oscuridad total, en el medio terrestre o el  acuático, se catalogan las algas y hongos, líquenes, musgos, helechos, condicionados siempre por la mayor o menor luminosidad.




También la fauna cavernícola: los huéspedes ocasionales y los que habitan permanentemente, con especial hincapié en los murciélagos. los chicos también miden la temperatura, la humedad, la luz...




El pueblo de Cuevas goza además de una situación privilegiada, su orografía envidiable a orillas del río Sella y al pie de la montaña, unido a su peculiar acceso, la convierten de alguna manera en una autentica aldea perdida, donde se conservan como en pocos lugares las señales de la vida rural.

Se trata del pueblo del municipio con mayor número de hórreos. Junto con las cercanas poblaciones de Tresmonte y Xuncu ofrece numerosos elementos etnográficos y muestras de la arquitectura tradicional.