miércoles, 9 de abril de 2014

EL ÚLTIMO ESCALADOR DEL PICU URRIELLU


Hace unos días al visitar un el blog de Valle de Sajambre, me encontré o esta triste noticia.

miercoles, 26 de sptiembre de 2012

Fallece el montañero Juan Tomás Martínez al incendiarse su vivienda en Caín.

El Diario de León decía:

el último escalador del Picu Urriellu


Juan Tomás Martínez nació en Camarmeña (Asturias) en 1919, pero se casó y pasó a vivir a Caín en 1950, seis años después de abrir con su hermano Alfonso la vía de escalada más utilizada para subir al Picu Urriellu. Se trata de la Sur Directa de los Hermanos Martínez y, a decir de los escaladores, la más lógica y progresiva. Llevaba subiendo al Picu desde los 14 años, no en bano era hijo del mítico Víctor Martínez, el de Camarmeña, tercero en la secuencia de ascensión al tótem del Macizo Central de los Picos de Europa y toda una leyenda como guía del Urriellu.
Los hermanos Martínez y la esposa de Juan Tomás, Asunción
En 1945 Juan Tomás pasó a formar parte de la guardería del Coto Nacional de Caza de los Picos de Europa, continuando la saga de guardas que inició su padre y que actualmente continúa con su hijo Julio, también guarda del Parque Nacional.
Juan Tomás tenía 10 hijos y un buen puñado de nietos y también era especialmente querido por el colectivo montañero por su trato afable y locuaz, así como su incansable capacidad para contar una y cien veces los lances más atrevidos de sus expediciones. Gozaba de de relativa buena salud para su edad y una lucidez envidiable, disfrutando aún de las partidas de subastado con sus vecinos de Caín, de donde se resistía a marchar pese a la insistencia de sus hijos para que pudiera estar más atendido y con más comodidades. Caín era donde estaba mas agusto, en su humilde casa, rodeado de vericalidad con la que tantas veces había jugado y a la que siempre había ganado.
Con Juan Tomás Martínez desaparece el último representante de la segunda generación de escaladores que se desenvolvieron en torno al Picu Urriellu (no le gustaba que la gente le llamase Naranjo), contrivuyendo a construir  el mito del alpinismo español del que ahora ya forma parte en sentido histórico, pero también desaparece un amable vecino de Caín, con el que simplemente echar una parrafada.
En Urriellu, en Picos de Europa y en Caín definitivamente ahora falta alguien.

27 de septiembre de 2012

El Comercio decía:

El Urriellu se queda huérfano

Alfonso Martínez, Pío Canga y Juan Tomás, los primeros españoles, junto con José Ramón Lueje, quien hizo la fotografía, que coronaron el Urriellu tras la Guerra Civil, en 1942
El final de una saga y de una forma de entender la montaña. El histórico guía cabraliego Juan Tomás Martínes fallecía ayer a los 92 años víctima de un incendio en su casa, en Caín (León), donde residía desde hacía más de sesenta años. Su muerte se lleva al único superviviente de una generación, la segunda en historia de Urriellu, de la cual también formó parte su hermano, Alfonso (fallecido en 1992). Ambos escribieron parte de la historia del Urriellu al abrir, el 13 de agosto de 1944, La Vía Sur o <<Directa  de los Martinez>>. Antes, su padre, Víctor, se había convertido en la cuarta persona que coronaba este pico cabraliego. Para dar fe de su azaña, Víctor regresó con parte de la cuerda que Pedro Pidal y Gregorio Pérez "El Cainejo" habían usado en la que fue la primera ascensión a la cumbre del Urriellu, en 1904. El tercero que lo había logrado fué el doctor en geología y alpinista alemán Gustav Schulce (1906).
Ayer, a los 92 años, un accidente - quedó atrapado por la llamas, que pudieron haberse organizado en la chimenea, mientras dormía - se llevó a Juan Tomás Martínez. Y la montaña se quedó muda. Su esposa, Ascensión, pudo escapar y aunque varios vecinos acudieron al instante en su ayuda e inmediatamente llegó una brigada del parque Nacional de Picos de Europa, además de un hijo del matrimonio, nada se pudo hacer. La estructura de la vivienda, muy antigua, favoreció que las llamas se propagaran rápidamente y no aguantó. Se da la terrible casualidad de que el matrimonio tenía previsto irse de su domicilio este domingo para trasladarse hasta Cangas de Onís donde reside uno de sus diez hijos que tuvo.

Juan Tomás, con boina, y su hermano Alfonso en Tiro Tirso
Juan Tomás deja tras de si la historia de los inicios del Urriellu en su camino a ser uno de los picos más emblemáticos del planeta. La vía que abrió con su hermano es la más usada por quienes buscan hacer cumbre en esta montaña. Es una ruta sencilla y segura. Justo lo que buscaban los dos hermanos. Hasta entonces se utilizaban precisamente la Vía Víctor, abierta por su padre e 1924. Este itinerario presentava una travesía expuesta. Los hermanos Martínez, junto con unos clientes, encontraron un camino prácticamente carente de riesgos.

<<parte de la historia de Cabrales>>

<<Era una persona extraordinaria y Cabrales le está muy agradecido, es un personaje de la historia del concejo. Junto con su hermano, era alguien fuera de lo normal. Se les tiene que tener en cuenta en la historia de Cabrales>> decía ayer el alcalde del municipio que les vió nacer, José Antonio Pérez Prieto.
De momento, el consistorio envió una corona de flores en señal de condolencia. Y no se descarta organizar algún tipo de reconocimiento. Ya en 2001, Juan Tomás encabezaba un homenaje colectivo que rindió la Federación de Deportes de Montaña, Escalada y Senderismo del Principado a los pioneros de la montaña asturiana. Después, en 2004, en los actos del centenario de la primera cumbre del Urriellu, Juan Tomás era el encargado de realizar la ofrenda de una cuerda -<<símbolo de la ayuda que todos necesitamos para subir la escalada de la vida>>- en el mirador del Pozo la Oración a Nuestra Señora de las Nieves.
Ese mismo año,el Ayuntamiento de Cabrales rendía un sencillo homenaje al que fuera su compañero inseparable en las montañas de los Picos de Europa, su hermano Alfonso, el más conocido de los guías del Urriellu y que hizo más de 200 ascensiones, junto al monolito que en el cabraliego Pozo de la Oración guarda la memoria de Pedro Pidal y "El Cainejo".
Juan Tomás, que también fue guarda forestal, coronaba el mítico pico por primera vez con 14 años y desde entonces acumuló medio centenar más de ascensiones, la mayoría acompañando a clientes que precisaban de sus servicios como guía, como con la tercera mujer en alcanzar la cumbre (Carmen Sánchez de Casal).
De echo, La Vía Directa de los Martínez surgió de la necesidad de garantizar la seguridad de quienes  querían llegar a los 2519 metros de su cima, teniendo en cuenta además que el material de aquella época nada tenía que ver con los modernos sistemas de hoy. La Aguja a 2422 metros de altitud que lleva el apellido de estos dos hermanos también da fe de sus azañas.
El funeral por el eterno descanso de Juan Tomás se oficiará esta tarde, en la iglesia de la localidad leonesa de Caín, en cuyo cementerio será enterrado.

El Ine.es
27 /9/12 decía:

Ha muerto Juan Tomás

El adiós a un gran amigo y a un inmejorable maestro.

Francisco Ballesteros Villar
La familia montañera  está de luto. Conmovido todavía por la fatal noticia de la muerte de Juan Tomás Martínez a causa del incendio que arrasó su casa, escribo estas lineas en su recuerdo. Dios a querido que el gran guía de montaña, aguerrido escalador que puso su vida en peligro en multitud de ocasiones para salvar a muchos  montañeros que se encontraban en dificultades, sin importarle los riesgos que afrontaba, haya acabado trágicamente sus días en un siniestro doméstico, dejandonos hundidos en el dolor por la pérdida de un gran amigo y de un inmejorable maestro, cuyo ejemplo quedará indeleble entre nosotros.
Juan Tomás Martínez Pérez  fue el sexto de los once hijos que tuvo el  legendario bulniego Víctor Martínez Campillo, cuarto conquistador del Naranjo de Bulnes, el que bajó el trozo de cuerda que Pedro Pidal y Gregorio Pérez dejaron en la chimenea de su cara Norte y el que instaló en su cumbre un asta de fresno de cinco metros y una bandera de España por encargo de Aurelio de Llano. En 1950 se casó con Asunción Pérez Gao y traslado su residencia a Caín de donde no se movió más. Ejerció el pastoreo por Trea, Oliseda y Mesones sin llegar a establecer majada estable.
Su figura llamaba la atención. Era delgado como todos sus hermanos, pero esta dotado de una complexión atlética, con gran fuerza, agilidad y bravura, dotes que exhibía en sus escaladas y que hicieron que su hermano mayor, Alfonso, le escogiera como acompañante en la mayoría de sus actividades montañeras, precisamente en aquellas de mayores riesgos. Nada se le ponía por delante, lo que hizo que más de una ocasión fuera reprendido por su citado hermano, siempre preocupado por la seguridad. Recordemos que su admirable decisión para introducirse por la paredes rocosas y su facilidad para superar los pasos difíciles en libre, sin cuerdas ni clavijas, llevó al famoso escalador gijonés El Boti, compañero en muchas aventuras, a llamarle cariñosa y admirativamente <<cabra loca>>. Nada de loco tenía, pues basta poner de relieve que jamás tuvo accidente alguno ni puso en aprietos a ninguno de los numerosos montañeros a los que guió.
Subió por primera vez al Naranjo el 19 de  septiembre de 1935, acompañando a Alfonso y a los peñalaros Carlos Martínez Páramo y Eugenio Quevedo Gerroicabeitia.. No volvio a escalar hasta el término de la Guerra Civil. Durante ella, enterado de que Alfonso había escapado de la prisión de Celorio días antes de ser fusilado por su pertenecía a la Falange Española, que se había  incorporado al Ejercito nacional y que se encontraba en Oseja de Sajambre, hacía allá se desplazó si ser sorprendido; estas dos escapadas motivaron que se requisara todo el ganado familiar, que se detuviera y fusilara a su hermano Julio y que sus hermanas Florentina y Julia fueran llevadas a la Iglesiona de Gijón.
Finalizada la contienda,  Alfonso y Juan Tomás, juntos con varios escaladores cántabros, abrieron la vía directa de la cara Sur del Urriellu, la Vía de los Hermanos Martínez, que es la más popular y utilizada de cuantas existen en el Naranjo.
Tuvo desde entonces  una vida activisima como guía de montaña, participando en las más renombradas escaladas del Picu, entre ellas la subida y entronización de la desaparecida imagen de la Virgen de las Nieves. No se sabe las veces que subió porque no quería firmar en el libro de registro que en la cima hubo durante muchos años. Siempre me dijo que le parecía la firma de la vanidad de los que querían dejar constancia de su paso por la cumbre. Para él, la escalada al Picu era una actividad más a la que no daba la mayor importancia.
Llegada la edad de la jubilación, abandonó también la actividad montañera, salvo alguna salida con sus amigos más íntimos. Pero continuó estando al servicio de todos, dándonos informaciones, y, lo que es mejor, el ejemplo de su hombría de bien y de su memorable vida.
Ocurrida la desgracia, quiero hacer llegar a su mujer, Asunción,  y a sus diez hijos: Julia, Ana María, Alfonso, Piedad, Ascensión, Argentina, Concepción, Julio, Juan Tomás y María del Mar, así como a sus sobrinos, que le querían como a un padre, el testimonio de mi mas y conmovido pesar.

También el Ine.com decía el 26 de septiembre:

El montañero, de 92 años, e histórico guía del Urriellu, había abierto con su hermano en 1944 la vía <<Directa de los Martínez>>


El montañero Juan Tomás Martínez, de 92 años, ha fallecido hoy en el incendio de su vivienda en la localidad de Caín (León), municipio situado en el Parque Nacional de Picos de Europa, un fuego que al parecer se originó por una mala combustión en la cocina...
La casa era de madera y de construcción antigua, según se ha detallado a Efe el alcade de Posada de Valdeón - término al que pertenece Caín -, Tomás Alonso, lo que propició que las llamas se propagaran rápidamente por toda la estructura. 
Se supone que las llamas se iniciaron en la cocina, cuando la mujer del ahora fallecido, de 89 años iva a preparar el desayuno.
Una vez que se propagó el fuego, la mujer salió a pedir auxilio y el hombre quedó atrapado dentro, según a agregado el regidor.
La mujer no ha tenido que recibir asistencia y el incendio ha quedado extinguido con la intervención de un camión de bomberos del Ayuntamiento.
El alcalde ha señalado que una vez que comenzó el fuego las llamas alcanzaron el tejado en tan solo diez minutos.


ASTURIANO DEL MES EN EL 2004


Juan Tomás  Martínez, 92 años, montañero e histórico guía del Urriellu, había recibido en agosto de 2004 la distinción de <<Asturiano del mes>> de LA NUEVA ESPAÑA. Con este premio el periódico quiso vincular, el año en el que se cumplía el centenario de la primera ascensión al Naranjo, con la figura de una persona que era el último escalador vivo de la segunda generación de apasionados del Picu, a la que también perteneció su hermano Alfonso. Ambos habían abierto en 1944  la vía <<Directa de los martínez>>, una autentica joya por su lógica y accesibilidad.

León noticias.com
Decía simplemente:
Muere un barón de 92 años en el fuego de su casa en Caín al explotar la chimenea.


Así es como daban la noticia los periódicos, haciendo se eco de la noticia, indudablemente  Caín, el Urriellu, Picos de Europa y toda la familia montañera han sufrido una gran pérdida. Que descanse en paz este gran montañero y escalador.



Vía Directa de los Martínez. Cara Sur del Picu Urriellu.


http://youtu.be/1q3uhp04bFk

La gran clásica del Picu, abierta en 1944 por los guías Alfonso y Juan Tomas Martínez (hijos de Víctor , fundador de la saga de guías “los Martínez de Camarmeña” ) en su busca de un itinerario directo y seguro para llevar clientes a la cumbre. Es una vía de dificultad moderada, que pone al alcance de todo aquel que se acerque al Picu con una forma física normal y ganas la cumbre del rey de los Picos, el Picu… 


Abierta por los guías Alfonso y Juan Tomás Martínez, junto con varios clientes, en el verano de 1944, ésta es la vía más asequible del Picu, siendo la Normal tanto de ascenso como de descenso. El único inconveniente que se le puede encontrar es la masificación de escaladores que soporta habitualmente, sobre todo los fines de semana estivales. La vía tiene las reuniones equipadas (parabolts con cadena), pero los largos no tienen seguros, por lo que es imprescindible llevarse un buen juego de fisureros, amén de casco (caen muchas piedras desde la parte superior) y descensor, ya que se bajará rapelando. La longitud de cuerda mínima es de 50 metros, siendo preferible llevarse un buen par de cuerdas de 60 metros. La Directa de Los Martínez es también vía de descenso habitual, por lo que sus reuniones están preparadas para rapelar. Hay dos líneas de rápeles paralelas. Con cuerdas de 60 podemos descender en tres rápeles, uno desde el Anfiteatro hasta el nicho de la R4, otro a la terraza de la R2 y el último al suelo.


La aproximación al pie de vía se hace desde la Vega de Urriellu, a través de la Canal de la Celada, hasta llegar al collado del mismo nombre. Desde allí, se toma dirección al centro de la pared Sur (hora y media desde Vega Urriellu) El arranque de vía, más o menos a la mitad de la anchura de la pared, se encuentra a la izquierda de una zona de desplomes amarillos, y deberíamos ver desde abajo el nicho característico de la primera reunión.
El L1 (15 metros) sale por una fisura o por los canalizos de su izquierda hasta llegar al nicho donde se emplaza el primer relevo (V-, bastante pulifo). Desde aquí, para el L2 (40 metros aproximadamente) hacer una travesía hacia la derecha aprovechando una pequeña vira para los pies durante unos 6 metros, para continuar posteriormente de frente hacia arriba hasta una gran terraza inclinada a mitad de pared. Es un largo fácil, de IV, pero mantenido. Con cuerdas de 60 metros pueden empalmarse estos dos largos. El L3 (25 metros) recorre el diedro que surge desde esta terraza (III+) hasta su mitad, donde está el emplazamiento de la tercera reunión en una pequeña terraza. Para el L4 (30 metros) podemos seguir por el diedro unos metros y posteriormente iniciar una travesía ascendente por la izquierda (IV+) por la rampa de canalizos característica hasta encontrar otro nicho ya a la entrada del anfiteatro con la cuarta reunión. El L5 es una fácil trepada por el anfiteatro (III), remontando ligeramente hacia la derecha durante 40 metros hasta encontrar una terraza inclinada donde está la última reunión y el fin de la escalada. Desde aquí, caminar unos metros hacia la izquierda para coger una fácil canal (II) que nos deja en la cresta cimera, a pocos metros de la cumbre. 


Para el descenso, rapelamos desde la última reunión hasta el nicho de la entrada del anfiteatro, donde según la longitud de nuestras cuerdas bajaremos en más o menos rápeles. Con cuerdas de 60, sólo necesitaremos otros dos (uno hasta la terraza central y otro al suelo). Recordad tener precaución, sobre todo en el anfiteatro, con las abundantes piedras sueltas. Ya en el suelo, sólo nos queda volver a la Vega de Urriellu a por un par de cervezas. Buena suerte en la escalada.